Will you still feed me
Cada vez que empieza una nueva etapa en mi vida o pasa algo determinante que me hace reflexionar o decidir cambiar, siempre tengo en mente hacer muchas cosas. Luego conforme pasa el tiempo, todas las decisiones que hice se van diluyendo y solo dos o tres (con suerte) llegan a buen puerto.
Una de las cosas que me venían rondando la cabeza y que se han precipitado dados los últimos acontecimientos, ha sido hacer lo que pasará a llamarse el libro de recetas de la abuelita. El caso es que mi abuela tiene una libretilla muy chula con algunas de las recetas tradicionales (por desgracia, no todas, hay algunas de las importantes que no están) de mi familia, que van pasando de generación en generación. Esto es importante porque hay muchas que se están perdiendo (ya ni mi madre las hace) y porque lo que es peor, creo que de la tercera generación yo seré la transmisora de este saber de generaciones (yo! que solo se hacer macarrones xD), ya que si yo cocino poco, mis hermanos cocinan menos aún. De manera que para que cada una de las ramas de la familia tenga un ejemplar que no se deteriore con el tiempo (están escritas algunas a plumilla, tantos años tiene la consabida libretita) he decidido hacer una edición limitada a tres volúmenes del libro, para cada uno de los hijos de mi abuela.
Esta tarea, que podría parecer a primera vista una cosa sencilla, tiene algunas dificultades, ya que mi pretensión era hacer recetas en condiciones, con sus ingredientes especificados, y demás, y me encuentro con la total ausencia de lista de ingredientes, cantidades, tiempos... De igual manera, me encuentro con descripciones crípticas, y ejemplos clarísimos de economía en el lenguaje:
Borrachuelos: Un vaso de aceite, crudo o frito, un vaso de vino blanco, medio vaso de aguardiente, harina la que admita para que no quede dura la masa.
[ Y luego que se hace, se fríen, se hornean, se cuecen? que son exactamente los borrachuelos? ]
Hierbas: Se cuecen, se escurren (...)
[ ¿¿Hierbas?? ¡La receta se llama así! ¿qué hierbas? ¿Cuantas? ]
Es también frecuente la descripción de las cantidades de manera curiosa:
- Una poquita cebolla menudita.
- Harina la que admita (?)
- Dos cuartillos de vino
- La cantidad de canela equivalente a una perragorda.
Uso de términos cocineriles que se escapan al conocimiento medio:
- Hasta formar una masa amorosa, que quiere decir ni dura ni blanda
- Se bate hasta formar punto de relieve.
De manera que la decisión es hacer una labor de investigación y de ensayo/error. A lo largo de estos meses hasta Navidad (es cuando querría acabar la edición :) ) investigaré con mi abuela lo que se acuerda del asunto y si tengo ganas intentaré llevar a cabo las recetas milenarias para poder tener unas medidas más fiables... veremos en qué acaba todo esto....
5 comentarios:
Hey!!! yo quiero un ejemplar!!! que todas esas cosas tienen que estar buenísimas!! ummmmm...
Con que poniendo en tela de juicio mis dotes culinarias... Vale lo admito, no se hacer la O con un canuto xDD
@aldora: Me temo que para tener un ejemplar deberás formar parte de la familia así que ya sabes, mi hermano está soltero (aún :P).
@ladyM: esto es algo que puede cambiar! ;) Lo de montar las claras a punto de nieve te sale estupendamente :P de ahí a la tarta flan, un paso :PP
Amos a ver qué pasa aquí, tantas hierbas, tantas hierbas...
Todos queremos uan copia de eso!! con lo cocinicas q soy yo no puedo kdarme sin receta :/
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