Orient Express (V)

El quinto día de viaje incluyó la visita a los dos monumentos que nos faltaban para completar la visita mínima imprescindible en Pekin: el lamasterio y el templo del cielo.

El lamasterio es el templo consagrado al budismo tibetano. Hace tiempo había (todo esto según la guía) unos 3000 monjes. En la actualidad son alrededor de 80, y se les puede ver por los templos y edificios, vestidos de color marrón carmelita con su rosario (o similar) murmurando oraciones a buda. La actividad religiosa en el templo es bulliciosa, con gente quemando sus barritas de incienso en los distintos incensarios masivos instalados a tal efecto. Según nos contaron (y posteriormente hicimos), hay que coger un número impar de barritas de incienso, e irlas quemando en cada uno de los incensarios, dependiendo de tus peticiones, porque como los santos, hay distintos altares en los que se puede pedir por distintos motivos (como un especialista, vaya). El motivo de la imparidad no queda claro, pero desde mi punto de vista es una elección estupenda, los números impares son mucho mejores que los pares xD

La humareda proviene de los incensarios en los que la gente quema su incienso y sus plegarias

A lo largo de los diversos patios que podemos encontrar, vemos una especie de cilindros de color cobre. Son como una especie de campanas que al ser giradas (en el sentido correcto) lanzan una plegaria en papel continuo a los cielos. Y esto de continuo no me lo he inventado yo, que lo ponía en la guía. El caso es que se lo imagina una así como un papel dorado que sube a los cielos con las plegarias en hindú. Por supuesto que le dí las vueltas correspondientes, por pedir que no quede...

Siempre en el sentido correcto!! y la plegaria sube a las nubes...

Después de dar vueltas por allí y visitar todos los templos correspondientes, cogimos el metro para ir a ver el templo del cielo, otro monumento imprescindible. El metro en Pekín tenía hasta hace poco 3 líneas. Con lo de las olimpiadas han hecho 2 más. Es el primer metro que veo en el que hay unas protecciones de plástico entre la gente y la vía, con unas puertas que se abren justo cuando el metro llega y abre sus puertas. Así no puedes caerte (ni tirarte ni que te tiren) a la vía.

Ante todo protección

El hecho de que para facilitar la vida a los turistas se hayan puesto carteles explicativos de las líneas y los caracteres chinos se hayan transcrito a su correspondencia fonética no hace que sean mucho más claros.

¡Clarísimo!

El templo del cielo es, según la guía el edificio más bonito de Pekín. Es algo exagerado según mi punto de vista, pero es cierto que es bastante espectacular, según la wikipedia, el templo más grande de su clase en Pekín. El caso es que lo que habitualmente se denomina templo del cielo (digamos, la foto típica que sale en muchas de las postales) no se llama así (eso es todo el recinto) sino Salón de rogativas por las buenas cosechas (chispa más o menos). Y es que ya se sabe que en los nombres de los templos chinos es necesario que haya al menos algún epíteto, en este caso es más sencillo de lo habitual.

El puntito rojo soy yo ;)

Como veis hacía un día algo chungo, nos estuvo lloviendo de manera intermitente a lo largo del día. Con esto no pretendo justificar que la mayoría de las fotos son bastante malas xDDD Y con esto acabó un quinto día bastante completito...