I feel good.

Pocas veces nos damos cuenta de lo que tenemos estando sanos. Cuando no has pasado por una enfermedad importante, el hecho de estar bien de salud es algo que se da por supuesto (lo digo en mi caso, he tenido suerte). Nos quejamos continuamente de los mil problemas que nos acechan y nos devanamos los sesos intentando buscar solución a cuestiones que nos quitan el sueño. Muchos de estos son problemas importantes, algunos incluso muy importantes. Pero imaginemos lo que pasa cuando a esos mismos problemas les añadimos el hecho de no estar bien de salud. Tenemos problemas externos, y encima nuestro cuerpo está mal. Ahí sí que tenemos un problema. Por eso, cuando a veces algo en tí deja de funcionar bien es cuando te das cuenta de lo bien que te sentías antes... lo típico de que no se aprecian las cosas hasta que se pierden.

Es fácil caer en la meditación facilona del Carpe Diem y todo eso, no es mi intención ni mucho menos... Simplemente que hay que quererse y mimarse un poquito... que le damos mucha matraca al cuerpo y se queja muy poco... y es el único que tenemos para toda la vida!!