Orient express (I)
La experiencia de una boda china es algo que muy poca gente puede decir que haya experimentado a lo largo de su vida. Pues nosotros nos trasladamos específicamente a eso al otro lado del mundo, ya que mi hermano se casaba allí, al chinese style.
Los primeros 4 días los pasamos en Pekín haciendo turismo, para luego trasladarnos a Jilin, la capital de la provincia de Changchung, en el norte del país.
Hay que tener en cuenta la magnitud de un viaje de estas características. La combinación de vuelos fue Málaga - París (2h y pico), París - Pekín (alrededor de 9h). Con la consiguiente cantidad de horas entre vuelo y vuelo, el viaje se hizo eterno, a lo que hay que añadir que el vuelo desde París se retrasó un par de horas, y que debido al movimiento perdiendo horas, cuando llegamos allí eran las 8 de la mañana del día siguiente, habiendo dormido apenas 4 o 5h. Con este cuerpo, nos dirigimos al hotel para dejar nuestros equipajes y acto seguido nos echamos a la calle para verlo todo.
Tras picar algo (la comida del avión me mata y tenía el estómago del revés) nos dirigimos a una zona nueva que han reedificado donde antes había un amasijo de callejuelas pequeñas llamadas Hutong. Ahora muchas han sido derribadas para construir un gran paseo de edificios de estilo chino, pero nuevos. Estéticamente es bonito, pero no tiene por supuesto el ambiente auténtico de los callejones de antes. El sentimiento que embarga al verlo es como si paseases por una calle de un parque temático, imitando cosas existentes en algún otro l gar. De todas maneras a pesar de haberse cargado muchos hutongs, todavía quedan bastantes callejones de este tipo en los que te puedes sentir inmerso en la chinitud más total:



1 comentario:
Hombreeeeee ya tenia yo ganas de noticias de la super boda !! espero futuras actualizaciones !
Besitos wapa
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