Rebajas de Enero

Como (casi) todo el mundo en esta ciudad (o en este país... o en este mundo) el lunes fui a las rebajas. Fui una hormiguita más recorriendo las calles en busca de la oferta deseada, de la ganga del mes o del año, y aún formando parte del fenómeno, me dejó boquiabierta. Que cantidad de gente, que cantidad de bolsas, colas kilométricas, y gente comprando y comprando, revolviendo y pisoteando ropa, ¡una locura!

A pesar de todo esto, he de decir que mis rebajas no estuvieron mal. Seguramente compré alguna cosa innecesaria (seguramente no, seguro) pero he de decir que eran cosas que realmente llevaba tiempo buscando, aún siendo innecesarias... con lo cual estoy satisfecha. Mi capricho personal de estos reyes/rebajas han sido unas zapatillas... incluso con el 30% de descuento me han costado un pico, pero digo yo que ya que nadie comprende mis gustos excéntricos... deberé comprarme yo las cosas que se que nadie va a comprarme! :D Y es que son TAN bonitas...

Como denuncia sobre esto de las rebajas que da lugar a mil tropelías, comentaré lo que me pasó en la tienda donde me compré (y me compraron) el cinturón. Entro a preguntar por unos vaqueros (lo sentimos, no queda de su talla, primera en la frente), y viendo el fracaso de mi iniciativa, pregunto por otra cosa, iniciándose el diálogo absurdo:

Zel: Oiga, ¿tienen rebaja los tirantes?
Dependienta: Si, si...
Zel: ¿Y en cuanto se quedan?
D: Pues dejame mirar... (calculadora en mano) con la rebaja son 11 con no se qué
Zel: O_o ¿Como? ¿Pero no valían 10.80?
D: No no... eso sería el año pasado... ahora cuestan 13 y pico... y con la rebaja se quedan alrededor de los 11.
Zel: ¬¬ Muchas gracias señorita...

¡Menudo timo! ¡¡Resulta que con la rebaja me cuestan más que lo que costaban antes!! ¿Cuanto hace que miré lo del cinturón? Ya no me acuerdo si por aquel entonces me costó exactamente lo mismo... el caso es que, con motivo o sin él, ¡vaya cabreo que me pillé! y me quedé sin tirantes, claro (la verdad es que los que yo quería no estaban tampoco xD) En resumidas cuentas, venturas y desventuras de la vida del comprador compulsivo...